sábado, 24 de mayo de 2014

El tren de medianoche


El humo de una locomotora me aleja de la ciudad en busca del sudeste. La luna baña mi memoria mientras dejo el cuerpo caer sobre una montaña de envíos postales. Aún la veo irse vías abajo. Las estrellas le iluminan su camino en la noche. Un instante antes de cruzar el andén me mira con ojos cobrizos. Alza una mano y grita algo que no escucho. El silbato del tren brama y las ruedas comienzan su lento y eterno girar... Me incorporo pesaroso en el vagón de mercancías. De costado, me siento junto al portón. Los campos refulgen tonos fosforescentes. La ciudad queda atrás, luminosa e irreal. Percibo el temblor de un párpado en medio de la maravillosa calma. Lástima que mi corazón no me acompañe en este viaje. Él se quedó en la última estación, viendo partir a la chica de los ojos cobrizos.

*Microrrelato finalista del certamen 'Málaga Crea 2014'.