lunes, 7 de noviembre de 2016

PREOKUPAS

Muchas madrugadas de domingo, mientras duermes, me pongo el abrigo sobre el pijama y vuelvo al piso que vimos en calle Murcia. Ése “amplio”, “recién reformado”, “barato”, “amarillo”, “a tan sólo una vía de Atocha”, “perfecto”. Un tercero derecha exterior iluminado toda la noche. Donde nuestras canciones de siempre se suicidan balcón abajo cuando una pareja de otros las baila. Allí viven y se ríen (de nosotros). “Llamaron antes”, sentenció el casero. Qué Idealista.