Una vez (en) una noche de verano
llovieron tantas estrellas que la sombrilla jugó a ser paraguas y tu
playa, (el) cielo. Acabábamos de ver cómo el último avión
(llegado) desde el continente aterrizaba (en sus alas) las primeras
luces sobre la ciudad. Y tú, con tu cámara siempre a mano por
nada, para todo: fotografía del atardecer, de aquellos dos hangares,
de nosotros juntos y tras la pista del aeropuerto mientras detrás se
nos cae el sol (casi) encima. Ahora es una foto de mí, de espaldas,
caminando (contigo) hacia la playa. Allí, extenderemos la toalla
(amarilla), nos sentaremos y descorcharemos esta y otra (y también
otra) cerveza. Porque querrás brindar con cada (penúltima) estrella
fugaz, centelleante, casi invisible una vez, (en) una noche de
verano.
martes, 27 de junio de 2017
(en) una noche de verano
Etiquetas:
Aeropuerto
,
Amarillo
,
Aviones
,
Breve
,
Estrella fugaz
,
Foto
,
Noche
,
Playa
,
Relato
,
Verano
domingo, 18 de junio de 2017
She (con permiso de Elvis Costello)
Tras
tanto, tu dirías “tantísimo”, la primera noche que volví a
soñar con ella pensé en nosotros, en las casualidades, en nada y en
que todo pasa, en que al final siempre se pasa. Pero con la segunda y
después de la tercera noche seguida me fue muy difícil creer. Y, a
la cuarta, dejé el cuarto. Hasta que, irremediable, la pesadilla de
un mes entero soñándola me derivó al médico, que en realidad era
ella, disfrazada. Enseguida reconocí su voz, esa forma tan suya de
decir “lo siento”. Aunque hice caso y tomé toda la caja de
pastillas color sus ojos. Así empecé a verla también de día: en
las calles, detrás de los escaparates, ahora subida en este vagón,
esperándome debajo de cada vaso y de madrugada oigo su risa,
inalcanzable al otro lado de la almohada. Incluso ha vuelto a
llamarme por teléfono. Tan como antes, tan ella, tú dirás
“tantísimo”, que no sueño.
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)